Misa campal entre fe y religiosidad
La procesión de Jesús del Triunfo, la simulación de su entrada a Jerusalén, bendición de las palmas y la misa solemne de Domingo de Ramos, marcaron el inicio de la Semana Santa en la comunidad de Momotombo, en las ruinas de León Viejo, lugar que guarda los vestigios de la catedral Santa María de la Gracia, primera iglesia que se formó en Nicaragua en 1524.
La actividad estuvo coordinada por el Instituto Nicaragüense de Cultura, INC, Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, alcaldías de La Paz Centro y León e iglesia católica, quienes año con año reúnen a nicaragüenses de diferentes partes del país para conmemorar con mucho respeto y fe, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
“Feligreses de diferentes comunidades de La Paz Centro, León y Managua vinieron a la celebración de la misa, donde se les recuerda que en esta antigua catedral se inició la formación de la iglesia católica en nuestro país hace 496 años”, detalló el codirector del INC, Luis Morales.
Destacó que Nicaragua es un pueblo de buena fe, que acompaña con respeto las costumbres cristianas.
Así mismo, Anasha Campbell, codirectora de Intur, refirió que esta liturgia era parte de las actividades de fe y religiosidad que apoyará la institución en la Semana Mayor.
“Está la judea acuática en Granada, alfombras pasionarias en León, la chicha más grande de San Benito de Palermo y otras actividades recreativas, deportivas, culturales y de esparcimiento en todo el territorio nacional, para las familias que quieran salir a recrearse”.
Agregó “Hemos venido cumpliendo todas las medidas de precaución que ha dictado el Minsa, los feligreses antes de ingresar a la iglesia se lavaron sus manos con agua y jabón, se garantizó las distancias de un metro entre sillas y pudimos apreciar las medidas que tomó la iglesia católica al momento del saludo de paz y cuando los feligreses tomaron el cuerpo de Cristo”.
Alexander Urbina, feligrés de la ciudad de León, dijo que era su primer año de asistencia a la misa campal y que había sido una verdadera experiencia, porque además de conocer la tierra de nuestros ancestros que representan un gran valor histórico, pudo vivir un Domingo de Ramos distinto.
