Quema de pólvora y Las Mañanitas, fueron las actividades iniciales para celebrar el día más importante para la poesía nicaragüense, el cumpleaños 150 del Príncipe de las letras castellanas, Félix Rubén García Sarmiento, mejor conocido como Rubén Darío.
Como parte de las actividades, la Asamblea Nacional realizó sesión solemne en la casa natal del bardo; al finalizar la misma, el presidente de ese poder del Estado, Gustavo Porras recordó que Darío nos une, “es nuestro profeta, pero además nuestro poeta universal”.
Esta Jornada Dariana que movió en su último día a más de 30,000 personas incluyó la inauguración de esculturas, maratón de poesía, eucaristía en acción de gracias en la Parroquia San Pedro, un desfile tradicional, colocación de ofrendas y una fiesta popular en el centro histórico de Ciudad Darío, Matagalpa.
Autoridades del gobierno local, Instituto Nicaragüense de Cultura, Instituto Nicaragüense de Turismo y población en general calificaron de exitosa la jornada al padre del modernismo.
Rubén Darío, no solo fue poeta, sino diplomático, funcionario de aduanas y periodista.