Miles de católicos celebraron en la ciudad de León la gritería chiquita

Miles de católicos celebraron en la ciudad de León la gritería chiquita en honor a la Asunción de María

Miles de católicos celebraron en la ciudad de León la gritería chiquita en honor a la Asunción de MaríaLa ciudad de León vivió otro 14 de agosto en Gritería a la Asunción de María, desde horas tempranas se podían observar los altares al frente a las casas de los creyentes para celebrar la Gritería chiquita. Mientras Centenares de personas entre turistas nacionales y extranjeros viajaron en buses y todo tipo de vehículos desde otros departamentos a esta ciudad para celebrar junto a los leoneses esta tradición que ya cumple 69 años y que ahora también se celebra en Chinandega, Masaya y otros departamentos.

El pueblo mariano de León se reunió en la Catedral de León desde las 4 de la tarde para esperar el famoso grito de la 6 de la tarde dando inicio así, a la Gritería de Penitencia o Gritería Chiquita, que se realiza cada 14 de agosto en honor a la Asunción de María.

A las 6 en punto repicaron las campanas de la Catedral de León, tiraron cohetes y el Obispo de León,  Monseñor Bosco Vivas Robelo, dio el tradicional grito de “¿Quién causa tanta alegría?”, después del acto de eucaristía, recordó que, «hace 69 años mi antecesor, Monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, junto con todo el pueblo católico de occidente, y de León particularmente, hizo un voto a la Santísima Virgen ya que en aquel momento León se encontraba amenazado por las cenizas, la erupción, la violencia del Cerro Negro».

Luego del tradicional grito a las 6:00 p.m. dirigido por el obispo de la Diócesis de León y Chinandega, monseñor César Bosco Vivas Robelo, se vivió un espectáculo de juegos pirotécnicos, las famosas gigantonas bailaron frente a la Catedral y los famosos toros encohetados lanzaban sus fuegos artificiales entre la multitud de nacionales y extranjeros.

Después las calles y avenidas de la ciudad de León se desbordaron de creyentes de todas partes, visitando los altares y gritando “¿Quién causa tanta alegría?, recibiendo por respuesta de los promesantes: ¡La Asunción de María!”, y de regalo recibían gofios, cajetas, fresco de chicha, buñuelos, caramelos, limones dulces, matracas, gorras, pitos, entre otros.

Por su parte, la delegación del INTUR-León, instaló en una calle céntrica de la ciudad, cerca de la Catedral más de 20 toldos donde diferentes instituciones públicas y privadas elaboraron bellos altares y donde el pueblo mariano los  recorrió, entonando los cánticos de la Purísima como, Virgen de Concepción, Salve Virgen bella, Salve, salve, cantando a María, Dulces himnos, y la tradicional Toda hermosa eres María, que tocaban músicos filarmónicos acompañando a los feligreses, que cantaban con alegría y oraban a la Virgen por sus seres queridos y por su bienestar.

También los chinandeganos expusieron sus altares en su ciudad. En los alrededores del parque central, las instituciones del Estado, se unieron a los devotos y repartieron golosinas y nacatamales.

La Purísima de Penitencia o Gritería Chiquita, quedó instituida en víspera de la fiesta de la Asunción de María desde 1947 por el obispo de ese entonces, monseñor Isidro Oviedo y Reyes, quien suplicó a la Santísima Virgen María que intercediera para que cesara la erupción del volcán Cerro Negro.

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